En nuestro tercer día en Roma conocimos el famosísimo Coliseo Romano, una de las 7 maravillas del mundo, que data del siglo I. El anfiteatro fue utilizado para las luchas de gladiadores, ejecuciones, caza de animales... y tenía una capacidad de 50.000 personas. También vimos el Foro Romano, que era la zona central de la ciudad, y el Palatino, una de las siete colinas de Roma y la más céntrica de todas ellas.
Después fuimos al encuentro de la Boca de la Verdad, de la cual se cuenta que mordía la mano a aquel que mentía, tiene un diámetro de 1,75 metros y está dedicada al Dios del Mar. Ésta se encuentra en la Basílica de Santa María in Cosmedin, por lo que aprovechamos para verla y bajar a la Cripta.
Nuestro recorrido continúo por el Jardín de los Naranjos, cuyas vistas son impresionantes, para acabar llegando a la Plaza de los Caballeros de Malta donde se encuentra la peculiar cerradura donde a través de ella puedes ver la cúpula de la Basílica de San Pedro.
Luego cruzamos el río Tíber para conocer el barrio del Trastevere, una zona con aire bohemio lleno de tiendecitas y tabernas tradicionales o locales modernos. Allí aprovechamos para ver la Basílica de Santa María en Trastevere, templo que conserva su carácter medieval.
Luego cruzamos el río Tíber para conocer el barrio del Trastevere, una zona con aire bohemio lleno de tiendecitas y tabernas tradicionales o locales modernos. Allí aprovechamos para ver la Basílica de Santa María en Trastevere, templo que conserva su carácter medieval.
Ya por la noche nos fuimos a dar un paseo y vimos la Piazza del Quirinale, situada en la más alta de las siete colinas y con unas vistas preciosas. Y para finalizar el día, acabamos cenando y tomándonos un helado junto a la Fontana di Trevi, espectacular también de noche e iluminada.
Y aquí os dejamos nuestros outfits para este día.
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